jueves, 8 de mayo de 2008

TEARS FROM THE SKY


Hoy llueve. El cielo esta gris, lleno de nubes que no dejan pasar ni un mísero rayo de Sol. No ha parado de llover en todo el dia, unas veces en plan tromba de agua, otras un fino chirimiri que no llega casi a mojar el suelo, pero no ha parado. Y yo no puedo estar más feliz.

Y es que yo, como buen Señor de la Farandula, Artista de la Pista, Amo del Trapecio y Avatar de lo Bizarro, voy contracorriente y, mientras que al 99% de borregos...digooooo, adorables inquilinos de esta nuestra piel de toro, lo que les gusta es el solecico, la playa y demás cosas del mal gusto yo, citando a Garbage, solo soy feliz cuando llueve.

No puedo evitarlo, es ver el cielo gris, amenazando tormenta y una sonrisa asoma a mis labios, pero no la sonrisa socarrona y burlesca que todos conoceis, no; es una sonrisa autentica, de las de verdad, y algo, no se muy bien que, me hace bajar corriendo a la calle, a sentir como cae el agua sobre la Ciudad. Y es que es increible el cambio que afecta a todo cuando llueve, todo tiene como un brillo especial, no ese hedor tumefactoso que tienen las cosas en pleno verano, cuando las calles parecen las venas y arterias, ya secas, de un cadaver en avanzado estado de descomposicion. El invierno no esta tampoco mal, que hace fresquito y eso tambien me gusta, pero nada se puede comparar a la sensacion de caminar por la Ciudad cuando esta lloviendo.

Las cosas tienen un ritmo diferente, es todo mucho más calmado, la gente corre a resguarnecerse, y se quedan quietos, tranquilos, mirando las gotas de lluvia caer y esperando a que el cielo les de un respiro para poder seguir con su ajetreada vida. No aprovecha, no disfrutan ese momento, ese hiato en el stress vocacional que es su dia a dia. A mi me gusta caminar bajo la lluvia, sentir el latido de la Ciudad, respirarla, un perfume puro, sin maquillar, sin contaminar por humos, perfumes, desodorantes...me gusta caminar por sus calles vacias, sonriendo, mirandolo todo como si fuese la primera vez, observando divertido a la gente, que te mira extrañada pensando en que hara ese pobre loco empapado hasta los huesos y sonriendo mientras las gotas de lluvia se le escurren por la calva. Y es que pocas cosas se pueden comparar a la sensacion de estar parado bajo la lluvia, sintiendo como caen derretidas al suelo capas y mas capas de ese yo que la gente cree que es el autentico, y que tu tambien has llegado a creerlo alguna vez, pero que, cada vez que llueve, se funde como la cera al aplicarle el calor de una llama, revelando a ese niño pequeño que todos llevamos dentro, unos mas enterrado, otros menos, y al que aun le gusta jugar y reir despreocupado bajo la lluvia.

2 comentarios:

El ente de metro y medio dijo...

:)

chopitosmum dijo...

Y pisar charcos... mmmmmmmmm!!!
Me llevarás algún día???