martes, 10 de junio de 2008

A PRESENT FOR THE WEIRD...

Es curioso esto de los regalos. Todos, al ser preguntados, decimos que no nos gusta que nos regalen nada, que no hace falta que nos hagan regalos, pero pocas veces rechazamos uno cuando nos lo hacen. Claro que, pocas veces nos hacen regalos que realmente nos gusten...

Y es que, para mi, regalar es un autentico arte, en el cual el objeto regalado, el envoltorio, incluso el motivo del regalo pierden todo su significado. Lo importante es lo que se quiere expresar con el hecho de regalar algo.

Odio los regalos de compromiso, esos que todos hemos tenido que hacer alguna vez, a alguien al que apenas conocemos y que, por supuesto, todos hemos recibido mas de una, dos y diez veces. Esos regalos que al, abrirlos no sabemos si sonreir y guardarlos en el Armario Dimensional de las Cosas Inutiles para no herir los sentimientos del que nos lo ha regalado, o directamente tirarselo a la cara con toda nuestra mejor intención y sin acritud de ningún tipo. ¿No odiais ese momento en el que abres el regalo y ves algo que realmente no tiene absolutamente nada que ver contigo? ¿Algo que ni siquiera es un intento arriesgado por parte del regalante pensando que igual te puede gustar? Y claro, cuando miras a esa persona con cara de "¿que coño se supone que es esto?" te miran con ojitos de cordero degollado y te sueltan el "jo, ¿no te gusta? es que yo lo vi y a mi me ha encantado"....ehm, si, vale, cojonudo, pero es que el regalo es PARA MI, ME TIENE QUE GUSTAR A MI, cacho de pedazo de ser con ojos que a veces, y solo a veces, consigue pasar por persona.

En serio, soy de la opinión que, para regalar cualquier gilipollez, sin tener ni idea de los gustos del regalado, es mejor ser sincero, decir un simple "mira, es que no tenia ni idea de que regalarte" y no regalar nada. Punto.

Y es que un regalo tiene que sorprender, que ilusionar, que reflejar que conoces los gustos de esa persona a la que regalas, aunque sólo sea un poco. Leches, ¡¡que los regalos hay que currarselos un poco!! Pensar, aunque solo sea unas horas en que me gustaría que me regalasen si yo fuese esa otra persona. En definitiva, ponernos un poco más en la piel de los demás y no pensar sólo en nosotros mismos.

Para mi los regalos tienen otro significado, aun mas importante que el meramente conmemorativo. Y son los regalos "porquesi", esos que haces sin venir a cuento, y sin motivo aparente. ¿Sin motivo aparente? ni de coña señores, todo tiene una razón de ser, todo tiene un por qué. En mi caso es que soy un tipo socialmente inadaptado, con una dificultad pasmosa para expresar mis sentimientos por los demás y una timidez innata. Asi que supongo que intento paliar estas lacras con detallitos a las personas que realmente me importan. Es una forma, algo estupida, lo se, de decirle a los demás que se que están ahi, que me preocupo por ellos, que son una parte importante de mi vida y que espero que sigan siendolo durante mucho tiempo. Y no espero nada a cambio cuando hago algun regalo de este tipo, ni siquiera que el sentimiento sea reciproco, que va, eso es lo de menos. Y es que para mi es una sensación increible el ir por la calle, ver algo, lo que sea y pensar "joder, a fulanito, o a menganita, seguro que esto le mola mogollon", comprarlo, regalarselo y ver la cara de sorpresa y felicidad que pone, como un niño cuando ve por primera vez fuegos artificiales, o una pelicula en el cine...

Eso, señores, no tiene precio. El ver esa sonrisa es para mi, en definitiva, el mejor de los regalos....

2 comentarios:

chopitosmum dijo...

Y lo mejor, el "antes de..." abrir ese regalo, tanto por el regalado como por el regalador.
(Yo a lo mío).
Besotes

keitaro0 dijo...

Si, pero es a lo que voy. Para que el momento de "antes de..." sea todo lo mágico que tiene ser, está claro que tiene que haber "feeling" entre el regalado y el regalador. Uno por la intriga de "¿que coño me habra pillado este/a cabron/a?" y el otro por el "¿habre acertado?". Y eso es complicado de conseguir, la verdad.